A la segunda tampoco fue la vencida y la Comisión de Salud Pública –formada por los directores generales de Sanidad del Ministerio y de las comunidades–, terminó este jueves de nuevo sin acuerdo sobre a partir de qué edad no debe administrarse la vacuna de AstraZeneca. Los técnicos sanitarios se debaten entre no vacunar con ella a los mayores de 65 años o desde los 55, y este viernes volverán a reunirse para tratar de encontrar un consenso. De momento, este jueves se acordó que las dosis de AstraZeneca que empezarán a llegar a España el próximo fin de semana se inyectarán al personal sanitario que queda por vacunar, perteneciente a los grupos 2 y 3 de la estrategia de vacunación. Es decir, el personal sanitario de "primera línea" y el catalogado como "otro personal sanitario o sociosanitario", que trabaja en establecimientos sanitarios y sociosanitarios en contacto estrecho con personas que puedan estar infectadas.

El motivo para no inocular la vacuna británica a la población más mayor es que los expertos sanitarios no tienen información suficiente de su eficacia a partir de una determinada edad.

Pero de momento la Comisión de Salud Pública no ha sido capaz decidir si –como están haciendo ya muchos otros países europeos– la veta para los mayores de 65 años o, incluso, para personas más jóvenes, a partir de 55 años, como ha hecho Bélgica. Hoy intentará hacerlo en un nuevo encuentro que será el tercero de esta semana después del de ayer y el del miércoles, donde ya se adelantó una decisión parcial en este sentido, la de no administrar la vacuna de AstraZéneca a los mayores de 80 años. Esta población forma parte del quinto grupo prioritario, al que Sanidad pidió hace ya un par de semanas a las comunidades que empezaran a vacunar a la mayor brevedad posible, dada la virulencia de la tercera ola y la escasez de vacunas.

En España hay alrededor de 9 millones de personas de 65 o más años a las que si finalmente se excluye de la vacunación con las dosis de AstraZeneca –de las que entre febrero y marzo llegarán a España 1,8 millones– obligarán a dejar paso en el proceso de vacunación a otros colectivos que sí puedan inyectársela. El director del Ccaes, Fernando Simón, apuntó este jueves que será a los trabajadores «esenciales», una categoría que todavía deberá ser precisada.

Según explicó, la decisión en torno a no vacunar con AstraZeneca a los mayores de 65 años está motivada por que no existe suficiente evidencia científica de que el producto de esta farmacéutica sea efectivo en personas a partir de esa edad. Por el contrario, sí se sabe que lo son la vacunas de Pfizer y Moderna.

"Las informaciones que tenemos no es que no sea eficaz en mayores, sino que no hay información que nos diga que sí lo es", dijo Simón. Por este motivo, consideró que lo "lógico" es que "si tenemos otras que sí sabemos que lo son [eficaces] se prioricen" en esta franja de edad. "No es una cuestión de que no sea eficaz, sino de que no hay pruebas de que lo sea", reiteró en una rueda de prensa antes de saberse que la Comisión de Salud Pública volvería a terminar sin acuerdo.

La discusión continuará este viernes, cuando se espera saber ya si España se une a Alemania, Francia, Austria, Suecia y Polonia y tampoco inoculará la vacuna británica a la población mayor de 65 años o si sigue la estela de Bélgica y rebaja a los 55 años la edad a partir de la cual no se vacunará con AstraZeneca.